Un fenómeno llamado Millenium

miércoles, 4 de noviembre de 2009 - - 2 Comments


Últimamente siempre que hablo de libros con alguien no hay ni una sola persona que no haya leído o esté leyendo la ya más que famosa trilogía de Stieg Larsson, un periodista y escritor sueco que murió sin saborear las mieles del éxito, y me encuentro en un dilema: Tengo ganas de leérmelo, pero también tengo una lista de libros que he ido posponiendo y digo yo que algún día los tendré que leer. Además ahora casi leo a cuenta gotas.

Stieg Larsson tenía claro, desde joven, que algún día sería escritor de novela negra, cuando cumplió 47 años dijo que había llegado el momento de escribir, y parecía que tenía ganas porque las tres novelas las terminó en menos de dos años y medio y no son precisamente poseedoras de pocas páginas. Cuando al fin las entregó a la editorial falleció a los pocos días de un ataque al corazón (curiosamente uno de los personajes de la tercera novela muere de la misma forma que Larsson) y no pudo ver publicadas sus obras ni ver en el fenómeno social en que se han convertido, pero no es de extrañar su muerte porque desde que comenzó a escribir llevaba una vida frenética, estresante, trabajando día y noche y con una taza de café siempre en la mano (Era capaz de pegarse entre 12 a 16 horas frente a su ordenador).

El día en que murió llegó al edificio donde se encuentran ubicadas las oficinas de la revista Expo, de la fue fundador y director, y pulsó el botón del ascensor, pero este no funcionaba así que subió los siete pisos a pie; a la media hora su corazón no aguantó más.

Larsson introdujo todo lo que conocía en sus novelas, desde su lugar de trabajo (un periódico) hasta una pequeña casa roja en la que vivió en su infancia con sus abuelos, porque su padre era tan pobre que no tenía ni trabajo ni hogar, que es habitada por uno de los personajes cuando se pone a investigar. También coincidía que de último sólo se alimentaba de comida rápida o comida basura, como quieran llamarla, como un personaje de su segundo libro.

A pesar de todo Larsson estaba seguro de que sus novelas serían un éxito comercial, se lo comentaba a los amigos e incluso le había dicho a su mujer que serían su plan de pensiones.

Como curiosidad (una más) decir que el último libro de la trilogía era en realidad es el tercero de diez en total y su mujer posee los primeros capítulos del cuarto.

Salu2

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2 message in a bottle:

Maeva dijo...

Yo también sucumbí (¿se dice así?) pero no lo he empezado a leer.
No tenía muchas intenciones de hacerlo, pero veo que lo han leído muchas de las chicas a las que leo, a todas les ha encantado, y bueno, me compré el primero, a ver que tal, pero de momento estoy leyendo otro, así que va a tener que esperar.

Imagino que con tu hijo será difícil encontrar un rato para leer.

besos Mac!

Silvi dijo...

Será cuestión de leer el libro y lo que le siguen. Ya lo he visto por unos cuantos blog, como por ejemplo el de "palmera baja de la palma" de Maeva la palmera.