El que espera desespera

viernes, 7 de agosto de 2009 - - 2 Comments


Ayer todo indicaba que Davi se iba a poner de parto. Yo estaba nerviosillo y animado, incluso preparado mentalmente para el acontecimiento, pero...

09.30

En la oficina Robert me dijo que había quedado con gente del trabajo para almorzar (un ritual que hacemos todos los años por verano) y que a mi no me había dicho nada porque pensaban que a estas alturas ya sería padre y estaría liado cambiando pañales, pero viendo lo visto si quería me podía apuntar. Yo por supuesto acepté convencido de que sería el último día en varias semanas que volvería a verlos.

10.15

Davi tenía correas en el hospital y yo con el movil a todos lados por si me llamaba con alguna novedad, tipo "me dejan ingresada".

12.00

Davi me llama y me comenta que nada, que el niño no tenía intención de salir, aún así yo estaba convencido de que por la noche se iba a poner de parto.

15.30

Pues nada, inquieto me fui a almorzar con mi
s compañeros y con Iban a Puerto Calero donde ellos disfrutaron de un arroz caldoso que tenía muy buena pinta y que después corroboraron que estaba buenísimo y yo, por cabezota, me comí un trozo de carne tan pequeño que parecía mas bien una broma, y es que realmente no sé si estaba bueno porque no me dio tiempo a degustarlo, eso sí el almuerzo fue muy divertido.





17.30

Davi tenía ginecólogo a las cinco y cuarto así que fui para allá. Cuando llegué aún no había entrado. Cuando salímos volvía a tener la esperanza de que a la noche se pusiera de parto ya que el mádico nos dijo que todo estaba bien, que había dilatado un poco y tenía la impresión de que no tardaría en ponerse de parto. Tanto fue así que al cabo de media hora soltó el tapón mucoso, no sé exactamente que es, pero es una buena señal. Cada vez yo estaba más contento y ansioso y Davi, como es lógico, más nerviosa.

20.20

Habíamos quedado con Cris y Manu para tomar "la última cena" en la Superguay, una hamburguesería a la que estamos enganchados y después fuimos a caminar, a caminar mucho.
Se supone que ayuda al parto. Durante toda la noche estuve a la espectativa por si tenía que salir corriendo en busca del coche ya que Davi estaba algo rara y molesta. Caminamos un buen trecho hasta las doce de la noche, incluso en uno de los momentos, cuando se nos cruzó una cucaracha en el camino Davi se puso a correr, vaya agilidad, que estilo, ni el mismísimo Carl Lewis.

... aún con todo, nada, la espera sigue.

Salu2.


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2 message in a bottle:

Ibán dijo...

Ay, por Dios, ya estoy yo más dilatado que Davi, como le diría Ross a Rachel, jeje!! En fin, me estoy poniendo hasta nervioso. A ver, a ver......a ver si todo acaba de una vez. Saludos.

Tina dijo...

Jajaja menuda pasada que me pegó Davi a lo Shumacher!!!, encima por dentro y en una curva.